Es común, decir u oír que los ganadores de las batallas que han marcado nuestro rumbo en la historia, siempre escribían ellos la historia en las blancas hojas de los libros de historia que retratarían el pasado del hombre en el universo. Generales, emperadores, y reyes en muchos casos , dictaron que es lo que había que escribir, para que sus intereses fueran recordados en la posteridad. Pero, se han llegado a dar casos donde el perdedor escribía o intentaba ocultar su posterior deshonra tapando la única realidad histórica, como en el ejemplo de Jorge II de Inglaterra en 1741 tras la derrota que le dio “Mediohombre” o como fue conocido, el almirante Blas de Lezo, en la batalla o sitio de Cartagena de Indias. Es un caso, donde los que fueron luego los futuros dueños del mundo, ocultaron esta historia, y a día de hoy conocida solo en las enciclopedias históricas y en la red.
Siempre se ponía como ejemplo, la batalla de las Termópilas donde Leónidas I rey de Esparta aguantó y consiguió la victoria moral ante Jerjes I emperador de Persia con una fuera de tan solo trescientos espartanos mas cinco mil doscientos griegos más,(según Herodoto) a una fuerza de dos millones ochenta mil persas. En el año 2007 se sacó un largometraje sobre dicha batalla, que impresionó al mundo, y consiguiendo una gran recaudación. Hoy en día, la historia solo se reconoce de manera popular decidida por las grandes productoras de Hollywood que luego no se ciñen a la realidad de los hechos en sus guiones confundiendo al publico y en si al mundo en su labor.
En la historia de “Mediohombre”, que será aquí servidor la que os tratara de relatar, si estuviese en conocimiento de nuestros queridos productores de la ciudad de Los Angeles, se realizarían más de una y dos superproducciones, impresionando desde el primer lugar a ellos mismos.
Nuestro “Mediohombre”, o más conocido como Blas de Lezo y Olavarrieta, primer marqués de Ovieco (otorgado a su hijo, a titulo póstumo), perteneciente a una familia de con ascendientes marinos, y nacido el día 3 de febrero de 1689 en un pueblo que su vida era exclusivamente a la mar, Pasajes, Guipúzcoa. La vida de nuestro hombre iba destinada a la dedicación de lo meramente marino, y su mundo, seria aquello que los hombres llaman el honor y la mar, debido a los tiempos que corrían y que el Imperio donde había nacido, regido por la corona Española, donde habíamos conseguido ser la primera potencia mundial, exigía una gran demanda de este tipo de hombres, hombres de mar que su vida como valores solo existía el honor y la lejanía de un fondo azul donde se perdía la vista, donde millones de hombres daban sus vidas sin reconocimiento alguno ni familia.
Se educó como buen caballero en un colegio de Francia, hasta su salida en 1701, donde por aquel entonces la armada francesa era aliada de la de nuestro reino en la Guerra de Sucesión, que se acaba de armar con el fallecimiento de Carlos II el ultimo Austria y su no descendencia. Luis XIV de Francia se aprestó a defender a su nieto Felipe para conseguir el trono, y Luis XIV decidió en sus medidas militares, integrar a las dos armadas aliadas, especialmente todas las Fuerzas Navales, a los futuros oficiales en Francia. Esta medida afecto a nuestro hombre, donde a los 12 años tenia ya sus primeras actividades militares marinas, y con el rango de guardiamarina, sirviendo al hijo de Luis XIV el conde de Toulouse, Luis Alejandro de Borbón.
A sus 12 años, servido del valor que sostenía, y entregado a su tripulación y hombres, en el sur de la península, a la altura de la ciudad de Málaga, el día 24 de agosto de 1704 la cual la batalla naval mas importante del conflicto, se llegaron a enfrentar 96 naves de guerra franco españolas contra 59 navíos militares anglo-holandeses. Nada mas y nada menos que nuestro joven valiente guardamarina, en pleno combate con una escuadra anglo-holandesa, no retrocediendo en batalla, muestra de su valor, sufre un impacto de una bala de cañón que le supone, un gran destrozo en su pierna izquierda, que se le queda astillada. Las soluciones sanitarias de la época, daban pocas opciones y no le quedo otra que su amputación del miembro, todo ello dentro del mismo buque. El momento, fue de un carácter dolorosisimo, para un muchacho, que tan solo tenia doce años. Dicen, algunos de los presentes, que el Guardiamarina, don Blas, mostró un valeroso comportamiento a la hora de la intervención no profiriendo dolor alguno, que se le dio para salvarle la vida, una entereza y una valía, que no era mas que la que demostraba combate a combate.
Tras demostrar su intrepidez y atrevimiento como oficial de marina, mas el aguante como hombre, es ascendido a Alferez de Bajel de Alto Bordo, hay que destacar que este ascenso, vino firmado por el mismo rey del pueblo francés, Luis XIV. También, con esto, a don Blas le ofrecieron ser asistente de cámara de la Corte de Felipe V, pero lo denegó, sabiendo que lo suyo era la mar, y combatir por su reino, al feroz enemigo Ingles.
Al servicio de varias naves, prestando apoyo de abastecimiento a las plaza de Peñiscola y Palermo, llegando a socorrerlas en el ataque del navío Ingles Resolution de tan solo 70 cañones, comandando su ataque el Duque de Saboya, suegro de Felipe V, que termino con la quema del navío ingles, y consiguiendo en su destreza, la toma de prisioneros de dos barcos mas. En 1705, vuelve a la armada, aprovisiona la asediada Peñiscola, en sus patrullas por el mediterráneo, cual lobo de mar, en valientes maniobras con un arrojo inusitado, captura un gran numero de navíos pertenecientes al Reino Anglosajón. Los altos oficiales ante sus triunfos se le premia permitiéndoles llevar sus presas a Pasajes, su pueblo natal.
En 1706, se le ordena ayudar y abastecer el puerto de Barcelona al mando de una pequeña flotilla de barcos cargueros, poniendo en uso su brillante ingenio, realiza su misión, escapar una y otra vez de los barcos del enemigo Ingles que bloqueaban el puerto para evitar la comedida de Lezo, el aprovisionamiento de la ciudad. En sus ideas, se le ocurrió, dejar flotando un barco con paja húmeda ardiendo con el fin de crear una densa pantalla de humo donde los navíos españoles pudiesen esconderse, llegando incluso a atacar a los ingleses en la inferioridad española desde posiciones que los británicos no podían ver, para ello, sus hombres cargaron los cañones con casquetes impregnados de material incendiario,como brea,y así queman rápidamente los barcos ingleses, ésta fue una de las claves de su victoria. Los ingleses se ven destrozados e impotentes ante tal despliegue de ingenio. En el castillo de Santa Catalina, contra tropas de Eugenio de Saboya pierde el ojo izquierdo en el impacto de una esquirla, pero esto no derrotaría a nuestro hombre.
Lezo usaba el abordaje como maniobra ofensiva, la cual los marinos ingleses temían, cañoneando cerca al enemigo los barcos de Lezo, se acercaban lanzando garfios y cruzando al otro navío, buscando el enfrentamiento de marineros cuerpo a cuerpo, con esta maniobra Lezo con tripulaciones en muy menor numero, conseguía hacerse con barcos mas grandes y mayor dotación de combate, esto le hizo Capitán de Fragata.
Por el año 1712, sirve bajo las órdenes del almirante Andrés de Pes, el cual estaba totalmente impresionado y maravillado de las ideas de Lezo y su brillante talento. Participo en el asedio de Barcelona, terminando en victoria borbónica, donde Lezo, al mando del Campanella, acercando a las defensas enemigas con un grado de temeridad que verían otros oficiales, recibe un balazo de mosquetón en el ante brazo derecho, quedando, totalmente inmóvil dicha extremidad. A los 25 años, a nuestro capitán de Fragata, le empezaron a llamar “ Mediohombre” , el pobre oficial, era tuerto, manco y cojo.
Tiempo después, al mando de una fragata, en nada mas que ingenio y astucia, conseguía datos imposibles, apresar once barcos británicos, y entre los cuales se hallaba uno de los barcos mas famosos en la época el Stanhope.
Después de la guerra de secesión, estuvo destacado en el Caribe, donde se le confío el buque insignia, el Lanfranco, el joven Lezo, se había labrado un nombre totalmente temido en el mar, por sus adversarios, incluso corrían ya leyendas en su nombre que atemorizaban a muchos marinos holandeses, ingleses y piratas sin nación. En el Caribe, sin fallar a la corona, consiguió hundir barcos piratas que atacaban a los cargueros llenos de oro y especias que iban en rumbo a la península. Hay que destacar que derroto y apreso, al corsario inglés John Clipperton.
En el año 1730, vuelve al Mediterráneo, con el rango de Jefe de escuadra naval, y manda una expedición a Oran llegando a rendir la ciudad, y conquistando mas tarde a Bay Hassan en Mostaganem, pero fue obligado a volver por una epidemia.
Ya como teniente general de la Armada de la corona Española, tuvo su mayor hazaña, y por la cual, la poca gente que conoce sus gestas, es recordada. Una batalla propia de lección motivacional, para cualquier colectividad que deba enfrentarse a una gesta o objetivo imposible. Jorge II harto de que el señor Blas de Lezo hundiese sus naves y llevase veintidós batallas ganadas y ninguna perdida y usando la excusa como motivos bélicos la “oreja de Jenkins” contrabandista ingles apresado al que se le arranco la oreja por manos de un contramaestre castellano. Jorge II en ansias y impotencia producida por las derrotas, sin tesón, organizó y mando a los territorios del nuevo mundo de la Corona Española, en misión de conquista,al mando como comandante en jefe al almirante Edward Vernon, simplemente ciento noventa y cinco naves compuestos por solamente veinte y tres mil seiscientos efectivos de tropa y marinería, entre este destacamento, se incluía un grupo de macheteros jamaicanos y otros cuatro mil soldados de reemplazo, comandados por el hermanastro del primer presidente de los Estados Unidos de America, Lawarence Washington. Se considera hoy en día, en el mundo de la historia universal de carácter bélico, la segunda fuerza expedicionaria de conquista mas grande jamas comandada, solo detrás de las fuerzas aliadas en el desembarco de Normandia en 1944.
Vernon al llegar al continente americano, atacó Portobello en Panama, rindiendo la ciudad. El almirante ingles al enterarse que Lezo se encontraba en Cartagena de Indias, lo fijo como objetivo, añadido a los motivos que Cartagena de Indias era, el principal puerto de la America española, plaza estratégica del comercio transatlántico.
Edward le escribió a Lezo, diciéndoles que ya había tomado Portobello y que se dirigía a Cartagena, y que por favor, por su bien, no opusiese resistencia y así nadie saliese herido. Blas de Lezo, con solamente, seis barcos, tres mil hombres, entre los que había 600 indios nativos armados solo con flechas y arcos, y como valiente orgulloso patriota y tenaz luchador le contesto lo siguiente a Edward Vernon:
“Si hubiera estado yo en Portobello, no hubiera Su Merced insultado impunemente las plazas del Rey mi Señor, porque el ánimo que faltó a los de Portobelo me hubiera sobrado para contener su cobardía”
Ya aceptado el reto, el 13 de marzo de 1741, Lezo que había corregido los lugares de colocación de las baterías de artillería, hace que Vernon verifique la bondad del despliegue artillero. Los ingleses, decidieron penetrar por la Bahia de Bocachica, ya que en la de Bocagrande no podían navegar por el fango. Lezo y Eslava, el virrey, perdieron la fortaleza de Bocachica, y Blas de Lezo ordenó, la destrucción de los 6 barcos para la formación de una barrera en el canal de Bocagrande, y atrasar a las naves británicas, pero no sirvió por demasiado tiempo tal y como Lezo había pensado.
Llevando todos los cañones a tierra, y replegando, se atrincheraron en la fortaleza de San Felipe de Barajas, Vernon, victorioso, y muy confiado entro por el canal, y mando un correo a Inglaterra dando la noticia de victoria, seguidamente Vernon, bombardeo con un gran numero de barcos el castillo de San Felipe, en sus ansias de victoria por mar y tierra, para así ablandar a los pocos seiscientos hombres que quedaban dentro de ella, bajo el mando de Lezo y Desnaux. Vernon, debía cruzar con sus hombres la selva donde la gran mayoría contrajo la malaria y perdió a cientos de ellos en poco tiempo. Al llegar al castillo, las bajas inglesas se doblaron otra vez debido a que se encontraban en la linea de tiro de los tiradores elevados en el castillo, en una colina, con una estrecha rampa por donde pasar, hasta la puerta, Lezo la mando taponar rápidamente con tan solo tres cientos hombres armados solamente, en un acto de unión de cuerpo y alma de los combatientes de la corona Española, crearon un espíritu de supervivencia, llegando a repeler el ataque de mil quinientos soldados ingleses. Vernon, en el principio de su error, se puso muy nervioso, viendo que las cosas no salían como se esperaban, ideó, construir escalas, y sorprender a los defensores en una ataque la noche del 19 de abril al 20.
Tras una lenta y dura llegada al castillo,donde ataques de la artillería española mas los males de la selva se dejaron muchos hombres, Lezo anteponiendo a este ataque, ordeno cavar unos fosos entorno a la primer muralla. Los hombres del general Woork, llegaron y atacaron la edificación y al poner las escaleras, se quedaron cortas, quedando a la mayoría de soldados a tiro de los españoles, lo que provoco una gran masacre.
Al amanecer, el sol, retrato un campo lleno de innumerables cadáveres, heridos en los alrededores de la selva y el castillo. Lezo, sabiendo de la debilidad inglesa, ordeno atacar con los pocos hombres que tenia, la retaguardia inglesa y así logro rearmar a sus hombres con el material ingles encontrado en los difuntos. Los barcos ingleses que eran hospitales, y el pabellón de San Jorge, contaban con cinco mil bajas. Vernon, ve la derrota, ordeno un bombardeo durante treinta días mas al no aceptar la derrota y entrar en cólera, pero la escasez de previsiones empezaban a notarse y debieron abandonar. Las ultimas naves partieron el 20 de mayo, ante la falta de efectivos se quemaron cinco naves.
Vernon, sin creérselo, reuniendo valor, escribió al teniente general de la armada española:
“Hemos decidido retirarnos para volver pronto a esta plaza después de reforzarnos en Jamaica”,
Lezo con el poder de presumir de la victoria, le contestó:
“Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra, porque ésta sólo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres, lo cual les hubiera sido mejor que emprender una conquista que no pueden conseguir”.
Cuenta la leyenda que Vernon, al irse, gritó desde su barco: “God damm you, Lezo!”(Dios le maldiga)
Los ingleses no volvieron a desafiar la integridad del imperio español hasta la batalla de Trafalgar, mencionar el nombre de Blas de Lezo, en un salón ingles se considera de mal gusto, y su mención en una taberna de marineros ingleses equivalía a retar a alguien a una lucha a muerte. Nuestro teniente general, fue mas tarde ajusticiado por una defensa temeraria, que en una falsa acusación hecha por Sebastian de Eslava y Lazaga (virrey de Cartagena) hundió injustamente a nuestro “Mediohombre”.
Blas de Lezo, fallecería el 7 de septiembre de 1741, por culpa de la peste, contraída por el exceso de cadáveres insepultos ingleses en la batalla de Cartagena de Indias. En su vida personal, había contraído matrimonio con una criolla en 1725, Josefa Pacheco, de los cuales tuvo 3 hijos, Blas Fernando , Tomas, Ignacia Antonina.
Ya que los americanos, no harán archivo sobre el mayor marino de la historia militar española, espero que hayan disfrutado con los acontecimientos históricos que vivió este señor que tristemente no son recordados, y tienen nivel para un reconocimiento equivalente de las mayores gestas de la historia del hombre.

