lunes, 3 de marzo de 2014

No creíble.


Cada vez que me hablan de religión y mas de la católica y la iglesia, me viene a la cabeza, mi única historia donde la religión intervino para mi (en mi opinión) de una manera satisfactoria, y no os hablo de la comunión donde después de 3 años pidiendo la Playstation 2 a mi madre, conseguí que llegase mi tío y me la comprase, y donde conseguí mas regalos e ingresos que un político, no. Al ser yo jurista en formación, he llegado al cuatrimestre donde recibo clases de Derecho Eclesiástico, y diréis, derecho de la iglesia....No! Ese es el canónico, este es de libertades religiosas y culto, dato que el padre Keko nos pidió que difundiésemos, hijos míos, no os acostéis sin saber nada nuevo.

El otro día en clase me acorde de esta historia que aunque corta es, y una tontería, me enseño, varias cosas y consiguió quitarme ciertos prejuicios o de alguna manera que no  antepusiese generalidades a cosas que no conozco.

Aquí la curiosa historia...

En un tiempo muy lejano, érase una vez, en un lugar llamado IES (Instituto Educación Secundaria), un día caluroso de mayo, donde en el patio había unos chavales que en las ultimas horas no habían ido a clase (mamá si lees esto, no teníamos clase) de unos 16 años, jugando al Baloncesto entre ellos, en lo que se llamaba "la jaula". Ese recinto de asfalto con porterías y canastas, digamos que medianamente no destrozadas, que estaba vallado y se usaba para que tu magnifico profesor de educación física, al que ahora tus amigos y tu mandáis fotos de vuestras fiestas, (pero eso es otra movida), llegase, y a las 8:30 con un frío glaciar un lunes, donde cae una nevada increíble vaya y nos dijese: "chavales, unas vueltas a la jaula para calentar", pobre el que no corriese.

Volvamos a mayo, esos chicos,grande chavales, estaban entre los que se encontraban, Lucas, el tío con mas suerte a la hora de jugar que he visto en mi vida, sus canastas serian todas numero 1 de la semana en la NBA, nada igual, Sastre, gran complemento al juego y socio incondicional, Miguel, fuerza era poco lo de ese chaval, no te chocases con él, Guille, tan bueno jugando como autista y tío digamos que raro, Nuven, nuestro Shaquille O'neal de 1,82, y yo, servidor. Era un partidillo mas en este caso 3vs3 donde matábamos el tiempo hasta que fuesen las 14:15 para ir a casa, al hacer calor y al haber hecho pellas como buenos estudiantes que éramos, era la actividad mas entretenida que podíamos hacer. 

Jugando, en una acción de entrar a canasta, mi amigo Miguel se hizo daño, ahora mismo no recuerdo en que, y tuvo que dejar de jugar y sentarse. Tuvimos que parar el partido, cuando pasa esto en un grupo de amigos jugando al baloncesto es una putada porque nos quedamos impares, y asi no se puede jugar. Mientras Miguel se sentaba y mis amigos hacían el tonto y tiraban a canasta, vi como en la puerta del fondo, la puerta principal del instituto que todo pellero quiere atravesar a la libertad y con el telefonillo mas solicitado de toda la región, entraba un sacerdote, un cura con americana, camisa negra y alzacuellos, y se dirigía al edificio principal. Yo extrañado, le seguí mirando, era un hombre joven, tendría sus 35 años, pero el pelo blanco, mas o menos gris, mediría 1,90, y iba a la puerta del edificio principal.

Yo seguí a lo mío, pero, digamos que nuestro enviado por Dios, vino a la puerta de la jaula, entro y se acerco a nosotros, llegó, y nos dijo: "¿chicos puedo jugar?" nosotros atónitos, pálidos, no sabiendo que decir, sin comprender como un hombre así, quería jugar al baloncesto con seis pardillos como nosotros.  Recuerdo que fui el primero en contestar: -"Si Padre, claro" , y se puso en uno de los equipos.

Se quitó la americana, la dió la vuelta y la dejo en el suelo. Nada mas coger el balón, ninguno de los tres que íbamos en el otro equipo contra él, quisimos apretarle en defensa ,era un cura, y ademas un viejete , pero nada mas recibir, el tío hizo un crossover que dejó a uno roto en el suelo, y doblo el balón al salirle yo a la ayuda, el tio en camisa, zapatos era mas rápido que cualquiera de nosotros, ¿que cojones? y mas rápido que cualquiera que hubiese visto yo sobretodo de los mayores. Nosotros que no sabíamos que cojones pasaba, seguimos jugando. Ese tío, nos hizo un traje a cada uno, y sinceramente, se parecía a este a la forma de jugar:


El padre (nunca conocimos su nombre), nos hizo totalmente lo mas parecido a las historietas de Kyrie Irving de Uncle Drew,  (quizás fuese él y estemos en youtube sin saberlo) cambiamos de equipos y todo, joder como jugaba, llevando camisa, zapatos bajo un sol de Mayo con sus 32 grados bien a las dos de la tarde.

Justo sonó la campana, eran las 14:15, terminamos nuestro partido, y tras jugar un partido de lo mas curioso, cada uno nos fuimos, él estaba muy contento de haber jugado con nosotros, y nosotros, nosotros flipando, cuando llegamos a casa, yo se lo conté a mi hermano y mi padre que se reían, y decían "seguro que no era para tanto" " si seria un viejo que no correría", años después he vuelto a contar la historia.

De esto, saqué que los tópicos, y generalidades muchas veces engañan, si oyes cura, te imaginas un viejo gordo de pelo blanco con sotana del que no te fías, yo después de ver esto, que fue lo ultimo que me hubiese imaginado hasta la fecha, puedo creer muchas cosas.

Espero que os haya gustado la historia.

Paul Von Bismarck