lunes, 21 de abril de 2014

Facturación, no servicio.

Hoy hablaré de bares, si a mi joven edad, os diréis: ¿que cojones sabrá este de bares?, es verdad, quizás no habré pisado tantos como vosotros, o no habré tenido tantas historias en ellos, pero con lo poco que tengo, puedo opinar.

La cultura de los bares en España es algo vital, algo propio de nosotros, nuestros bisabuelos ya iban a tomarse el chato, y a los marinos españoles se les reclutaba en tabernas en cadiz. He de decir que este avance de modernismo y como se llama ahora este "postureo" que nos persigue por las calles en la ropa, la forma de hablar, escribir y en todo lo imaginable (primera victima de esto, servidor), se ha trasladado a los bares como no.

Existente cierto triunfo empresarial de cadenas, algunas internacionales, de hosteleria como Cafe&Te, por ejemplo, en calidad de franquicias. Hay que destacar, que lo que hace bueno un bar, donde el cliente se siente en gran parte, satisfecho, es donde existe una relacion entre camarero, (Barman) y cliente que acolche una comodidad de un buen servicio, y cumpla la necesidad del momento. Debe existir una comunión perfecta entre el camarero, el lugar, calidad de producto y que encuentres lo que buscas en ese momento: ver el partido del Madrid, un whisky con esa chica de sonrisa risueña, o beber mas cerveza que el Kaiser con tus amigos.

En esta cadena, "La compañía del Trópico", había 7 camareros para servirme un cafe con hielo, lo cual tardaron casi 15 minutos. Siete camareros conté, para un puñetero café con hielo. Esto me hizo pensar que la calidad del servicio era nefasta, y que este tipo de empresas que se dedican a la hostelería, tienen una concepción de cliente de te facturo, el camarero solo piensa en servirte como si fuese un robot mecanizado, como un títere, y te largas.

En otra compañía de esas, y no tan grande, a la que mucha gente va a comer de ración día a día,y su nombre define como te pones al comer algo que te gusta, la camarera tras servirnos dos cervezas, holandesas, las cuales me han dejado de gustar con el tiempo, al pagarle, la mujer nos lanzo las vueltas sobre la barra, se giró y siguió a lo suyo. Es triste, se pierde un factor muy importante en la comunión de servicio por parte del bar.

Un amigo mio dijo una vez, " A la mierda ya, tantos Starbucks, voy a montar un bar castizo de los de toda la vida,  bufandas de fútbol, futbolines y Mahou clásica". No es que odie esos bares modernos, solo pienso que fallan en ese sentido que anteriormente, muchos bares se esforzaban por tener, un buen trato que te haga volver. El sentido moderno, no lo veo mal, pero se ha trasladado a bares y cadenas que no lo veo propio, a momentos no acertados, para salir de copas, es correcto, en mi opinion.

En estos bares modernillos, no veo a Steven Seagal repartiendo estopa, eso es lo que pienso.

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