Durante varios años de mi vida, dedique mi tiempo a una formación musical de ámbito profesional de la cual saqué cosas muy buenas, y otras peores. Acabe dejándola, ya que mis intereses como adolescente en la vida, no conjugaban con los intereses necesarios para acabarla. Dedique casi mas de diez años a esta carrera, y mucha gente siempre me ha dicho con un aspecto negativo, ¿de que te ha servido?.....
Gracias a mi educación musical, gozo de una cultura musical de la cual me siento privilegiado, y puedo entender cosas al oír cualquier obra o canción, que sin haber dedicado este tiempo no tendría. Desde que dejé de ir a clases de piano, pase varias fases: la primera fase, fue que sudé, si literalmente de volver a tocar esas teclas, pero con los años, volví a tocar, y busque la manera de encontrar una recompensa a todo ese tiempo invertido. Al cambiarme de instituto, conocí nuevos amigos, y entre los que se encontraban, algunos que tocaban al igual que yo instrumentos. Ellos quizás no le habían dedicado tantas horas como yo, pero eran felices con lo que hacían dedicandole menos tiempo. En ese momento, como recompensa de todo ese tiempo, me dije a mi mismo, que cada vez que tocase, fuese para disfrutar, y que hiciese que esas veces futuras en las que vuelvo a tocar, merezcan la pena.
Los definidos "Músicos Reservistas" (definición propia), tocamos quizás cuando la oportunidad se brinde, nos lo pida una mujer a la cual te apetece sorprender, o solo quizás te salga de los cojones tocar un rato, una tarde de verano. No vamos diciendo que somos músicos, porque quizás no lo seamos,no dedicamos tiempo al estudio y no llegamos a cierto nivel para llamarnoslo, no como cualquiera que ahora por tocar tres botones de una mesa de mezclas haga llamarse Dj y eso ya le hace ser músico, somos reservistas, que tocamos en el momento adecuado y nada mas. Una pequeña faceta en la vida la cual tiene su justa importancia, y de la cual disfrutamos porque hubo un tiempo atrás donde le dedicamos gran parte de nuestro tiempo y donde aprendimos y vivimos grandes y malos momentos, por ese arte.
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