lunes, 24 de noviembre de 2014

El pillo, el tramposo y nuestro deseo

Si hace mucho que no escribo, ¿cinco meses?, si, había perdido el ánimo y la confianza en escribir, unido a la vagueza propia de mi, si coño, soy muy vago, también dudo que mis seguidores hayan provocado actos violentos y suicidios en masa por yo no escribir, y si fuese así, que debería pues pido perdón.

Ayer, 28 de octubre, leí en los periódicos, sobre otro nuevo caso de corrupción, cuando empecé a escribir en este cuchitril decidí no hablar de temas de política ni sociedad que susciten a gran parte del publico a odio y quejas.

La corrupción, esa gran lacra política que corrompe nuestro sistema y hace daño a la nación. Hace un tiempo, por twitter comenté con una señorita sobre "la corrupción" y el enchufismo, conseguir algo tan solo que por la cara. Todo venia de una frase un tercer perfil twittero que afirmaba no tener solución para este problema, esta señorita dijo que la si tenia solución y pero que era la pescadilla que se mordía la cola. Os explico, la sociedad española no solo de hoy en día a mi suposición, se ha basado en el conseguir un resultado de méritos y beneficios por la cara, nuestro llamado enchufismo o una superposición propia que nos consigue ciertos beneficios personales, de otra manera, aquellos en la administración pública del estado que solo están para "trincar" pasta, por ejemplo. Y os diréis ¿de donde viene esto?, quien haya visto la historia de España en el siglo XIX sabe que en la política reinaba el caciquismo, de ahí, la figura del pillo, el pillo o aquel que por suerte divina consigue un enchufe o un beneficio por imposición divina creada por una ventaja que tenga este ser.

Esto la sociedad no lo reprime, no lo castiga, se alaba al que ha conseguido por la cara o suerte algo que por lo que otros han luchado o trabajan, de ahí se llega a que no se sea honesto en nuestro cargo, y se defraude o se sea corrupto. La corrupción viene desde dentro, desde el día a día, no trato de justificar a los injustificables en su acto, pero, ¿quien de vosotros, no se gastaría un duro si tuviese una tarjeta black?.

Corrijamos nuestra actitud y premiemos el sacrificio y el esfuerzo, y no el enchufismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario